miércoles, 5 de octubre de 2016

EL PENSAMIENTO CONSERVADOR DE SAN MARTÍN

SOBRE EL BIEN COMÚN: “A la idea de bien común todo debe sacrificarse. Yo graduaré el patriotismo de los habitantes de estas provincias por la generosidad, mejor diré por el cumplimiento de la obligación de sus sacrificios
SOBRE LA CONFESIONALIDAD CATÓLICA DEL ESTADO: “La Religión Católica, Apostólica, Romana, es la Religión del Estado: el gobierno reconoce como uno de sus primeros deberes el mantenerla y conservarla por todos los medios que estén al alcance de la prudencia humana. Cualquiera que ataque en público o privadamente sus dogmas o principios será castigado con severidad… Nadie podrá ser funcionario público si no profesa la Religión del Estado” (Estatuto del Perú, 8/10/1821).
SOBRE LAS BLASFEMIAS: “Todo el que blasfemare el Santo Nombre de Dios o de su adorable Madre e insultare la Religión, por primera vez sufrirá cuatro horas de mordaza atado a un palo en público por el término de ocho días; y por segunda vez, será atravesada su lengua con un hierro ardiente y arrojado del Cuerpo” (Art. 1° del Código Militar del Ejército de los Andes)
CARTA DE BELGRANO A SAN MARTÍN SOBRE LA RELIGIÓN CATÓLICA Y LA GUERRA POR LA INDEPENDENCIA: “Mi amigo: La guerra no sólo la ha de hacer Vd. con las armas sino con la opinión, afianzándose siempre en las virtudes naturales, cristianas y religiosas… El ejército se compone de hombres educados en la religión católica que profesamos… Añadiré únicamente que no deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre nuestra Generala, y no olvide los escapularios a la tropa… Acuérdese Vd. que es un general cristiano, apostólico, romano; cele Vd. de que en nada, ni aún en las conversaciones más triviales, se falte el respeto a cuanto diga a nuestra Santa Religión…” (Carta de Belgrano a San Martín del 6/4/1814)
SOBRE LA TRADICIÓN: "Recomendaba sin cesar el respeto de las tradiciones y de las costumbres, y consideraba muy culpables las impaciencias de los reformadores que, con el pretexto de corregir abusos, trastornan en un día el estado político y religioso de sus países" (Sr.Gerard, artículo del 22/8/1850).
SOBRE EL CONSTITUCIONALISMO LIBERAL: "Yo estoy convencido, que los males que afligen a los nuevos estados de América, no dependen tanto de sus habitantes como de las constituciones que los rigen. Si los que se llaman legisladores de América hubieran tenido presente que a los pueblos no se les debe dar las mejores leyes, pero sí las mejores apropiadas a su carácter, la situación de nuestros países sería distinta" (Carta a Bernardo O´Higgins del 13/9/1833)
SOBRE EL LIBERALISMO: “Hablemos claro, mi amigo. Yo creo que estamos en una verdadera Anarquía o por lo menos en una cosa muy parecida. ¡Carajo con nuestros paisanitos! Toma liberalidad y con ella nos vamos al sepulcro (…) Un susto me da cada vez que veo estas teorías de libertad, seguridad individual, idem de propiedad, libertad de imprenta, etc., etc. Estas bellezas sólo están reservadas para los pueblos que tienen cimientos sólidos” (Carta a Tomás Guido del 28/1/1816)
Los enemigos que nos van a atacar no se contienen con libertad de imprenta, seguridad individual, idem de propiedad, Estatutos, Reglamentos y Constituciones. Las bayonetas y los sables son los que tienen que rechazarlos y asegurar aquellos dones para mejor época” (Carta al Director Supremo José Rondeau del 27/8/1819)
SOBRE LA CENSURA DE LIBROS INMORALES: “Para alejar hasta la sombra de los obstáculos que podrían oponerse a tan saludable reforma (…) he dispuesto prohibir absolutamente la introducción de libros obscenos, con láminas o sin ellas” (Decreto sobre libertad de imprenta, Lima, 13/10/1821)
SOBRE EL COMUNISMO, EL SOCIALISMO Y EL TERRORISMO: El "inminente peligro" de los "desorganizadores partidos de terroristas, comunistas y socialistas, todos reunidos al solo objeto de despreciar, no sólo el orden y la civilización sino también la propiedad, religión y familia" (Carta al presidente peruano Don Ramón Castilla, 13/4(1849)

Nota:Decimos conservador y no tradicionalista, pues San Martín, que fundamentalmente era un hombre de Orden y respetuoso de los valores tradicionales, no abandonó del todo algunas ideas liberales propias de su época. Y aunque no fuera un intelectual, expresó en múltiples cartas (a Godoy Cruz, a Tomás Guido, a Rosas, a Castilla, entre otros) su pensamiento político. Y el mismo podemos decir que se enmarca en la línea conservadora de Burke o Donoso Cortés, en la cual están fusionados el tradicionalismo y el liberalismo clásico, aunque con mayor peso del primero.

Xavier de Bouillon

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