En una conferencia titulada “Mitos y
verdades sobre la conquista de América”, el historiador Marcelo Gullo planteo
este polémico tema utilizando el método socrático denominado mayéutica, es
decir a partiendo de una serie de preguntas que permiten al destinatario llegar
a la verdad.
Queremos aquí, sin ningún afán de
originalidad, tomar esas preguntas y reflexiones que formula Gullo, y agregarle
otras más, para entender lo que realmente fue la gesta de España en
América.
Se dice que España vino a América a
robar y saquear, y que con ese afán esclavizó a los aborígenes y perpetró un
genocidio. Pero nadie se hace las siguientes preguntas:
¿Si España a vino a robar y a matar, por qué sembró América de
hospitales? Si
alguien viene a robar y a matar, que necesidad tiene de crear hospitales. Sin
embargo, España no bien llegó a América fundó numerosos hospitales. Así, por
ejemplo, el hospital más antiguo de América está en Mexico y fue fundado por el
propio Hernán Cortez. Otro tanto pasó en el Perú. Allí el hospital de Lima que
fundaron los españoles tenía más camas disponibles por cantidad de habitantes
que todos los hospitales actuales.
Así mismo, ¿Si España vino a robar y a matar, con qué necesidad se tomó el trabajo
de fundar un rosario de colegios y universidades en América?, No es lógico
hacer algo así. Sin embargo, en 1551
Carlos V ordenó la fundación de universidades en México y Perú, para españoles
y para los naturales de América. La
universidad de San Marcos en Guayaquil, por ejemplo, se fundó cien años antes
que Harvard; y cuando el colegio San Pablo en Lima tenía 45 mil libros, en Harvard
apenas tenían 4.500.
Tal vez los detractores de España
puedan replicar diciendo que en esas universidades se adoctrinaba a la gente
para mantenerla sojuzgadas. Pues bien,
lo asombroso es que en las universidades españolas en América no se estudiaban
las teorías del absolutismo monárquico, en boga en Inglaterra y Francia, sino
la teoría de Francisco de Vitoria, y de Suarez, de que el poder viene de Dios,
pero que Dios lo deposita no directamente en el rey sino en el pueblo; y el
pueblo lo delega en el rey para que este gobierne como un padre, y si no lo
hace existe el derecho a la resistencia a la opresión, incluso al tiranicidio.
Es decir, se estudiaba lo que luego será el fundamento filosófico y político de
nuestros primeros gobiernos patrios.
Como dice Gullo, si Maquiavelo se
hubiera enterado de esto diría que España estaba loca. ¡Cómo le va a enseñar a
la gente a la que vino a explotar que tenía el derecho a rebelarse! La
explicación para esto es que España no consideraba a América una colonia sino
un reino más del imperio, y a sus habitantes vasallos libres, como todos los
del imperio.
Sigamos con las preguntas... ¿Qué hace una potencia imperialista cuando
va a un lugar a dominar a un pueblo? Bueno, lo primero que hace es borrarle
su lengua. Eso es lo que hicieron los norteamericanos en Filipinas, allí
fusilaban a todo mayor de 11 años que era encontrado hablando español. Así
borraron el español de Filipinas.
Pues bien, ¿Porque entonces los españoles, que según la leyenda negra vinieron a
destruir la cultura de los aborígenes, les enseñaron a estos a escribir en sus
propias lenguas? Si España quería borrar todo vestigio de las culturas
aborígenes ¿Por qué mucho antes de que existiera una gramática en inglés o en
alemán, los españoles hicieron una gramática en nahual, en quichua y en
guaraní, para que los aborígenes pudieran escribir en su lengua y conservar su
memoria histórica, y su cultura, en todo aquello que no fuera en contra del
orden natural, como los sacrificios humanos?
Y eso nos lleva a otra pregunta
fundamental. ¿Cómo puede ser que Cortez
con 400 hombres derrotara a un ejército azteca de 200 mil guerreros feroces? ¿Cómo
lograron tal hazaña? Lo lograron porque tenían arcabuces, dicen algunos,
otros dicen porque los indios les tenían miedo a los caballos. Pues bien, está
comprobado que hasta que se recarga un arcabuz, al español lo podían matar 40
veces. Y respecto al caballo, es obvio que después de matar al primero, los
indios ya no les tuvieron más miedo.
Lo que realmente explica la
conquista, no es la superioridad técnica, sino que los españoles contaron con
la masiva ayuda de los indios que se rebelaron contra el imperialismo
antropófago de los aztecas.
En efecto, los aztecas no eran un pueblo
originario de la zona, sino uno que había bajado del norte y había sometido a los
pueblos que estaban allí de antes, como los tlascaltecas o los toltecas. Pero
además de someter y explotar a los vencidos, los aztecas les exigían un tributo
de sangre. Es decir, les pedían a estos pueblos que entregasen sus mujeres e
hijos para ser llevados a un altar para que les arranquen el corazón y los
tirasen desde la pirámide para que se lo comieran.
El historiador norteamericano pro
azteca William Prescott admite que los aztecas sacrificaban 20 mil personas por
año. Aunque también dice que no se atreve a afirmar que la cifra de 150 mil,
dada por otros, sea falsa. O sea, los aztecas estaban cometiendo un verdadero
genocidio cuando llegaron los españoles. Un genocidio que se negó durante años,
pero cada vez que se excava se encuentran más pruebas de él; como paredes enteras
hechas con calaveras, o murales pintados con sangre, y dibujos representativos.
Y en América del sur, con los incas, paso
algo similar. Si bien estos aborígenes no eran antropófagos, ni hacían
sacrificios humanos masivos y en forma habitual como los aztecas, sin embargo, ejercían
un imperialismo feroz y totalitario que oprimían a otros pueblos, como a los Guancas
o a los chachapollas; los cuales se unieron a Pizarro para terminar con sus
opresores.
Pero de estas cosas no se habla. De
lo que se habla hasta el hartazgo es del supuesto genocidio que cometieron los
españoles.
Se acusa así a España de haber matado
40 millones de indígenas. Una cifra absolutamente irreal y fantasiosa,
imposible de sostener teniendo en cuenta que el estudio más serio sobre cuantos
habitantes tenia América Central lo hace Ángel Rosemblat (que no era católico
ni le tenía simpatía a España) y dice que no había más de 4 millones; y que en
todo el continente no había más de 12 o 14 millones.
Pero sigamos con las preguntas, ¿Porque si España vino a matar a los
aborígenes, porque la corona promovió el casamiento de los españoles con estos?…
“casensen españoles con indias”,
ordenó la reina Isabel, y el resultado fue el mestizaje.
Se objetará que hubo violaciones de
indias. Si, seguramente hubo violaciones, porque esas cosas terribles pasan en
toda conquista; pero son incontables los casos de casamientos y de personas que
nacieron fruto del amor, un caso famoso fue el inca Garcilazo, un gran escritor
que estudio en España y pidió ser enterrado allá. Por otro lado, en la segunda
guerra mundial los norteamericanos reconocen oficialmente haber violado 14 mil
mujeres alemanas, mientras que los rusos violaron 400 mil al menos, siguiendo
expresas directivas oficiales, y nadie por ello lamenta la caída del régimen
nazi.
Otra pregunta que podemos formular es
¿porque si a España solo le interesaba
el oro de América, porque siguió con la conquista cuando recién 50 años después
del descubrimiento se encontraron las minas de oro más importantes? Y así
mismo ¿porque se asentaron en regiones
en donde no lo había? Como Santiago del Estero.
Y una pregunta más para ir
terminando: ¿porque si España oprimió a
los aborígenes estos no se rebelaron contra ella cuando el imperio se
encontraba en crisis, absolutamente debilitado, en 1700, durante la guerra
de la secesión, con los ejércitos extranjeros, franceses ingleses austriacos en
España? Eran el momento ideal para hacerlo pues en América no había ejércitos
españoles, solo milicias populares de indios y criollos. Entonces ¿no era que
los americanos estaban oprimidos? ¿Porque no se rebelaron en esa oportunidad?
Bueno se dirá que cien años después,
si lo hicieron. Está bien pero cuando eso sucedió: ¿de qué lado estuvieron la mayoría de los indios? Estuvieron del
lado de España. Porque la guerra no fue
entre americanos y españoles, no, fue una guerra civil entre americanos, en la
cual la mayoría de los indios se puso de lado de los que querían seguir unidos
a España. Los ejércitos españoles llegaron después de 1814.
El general Belgrano, por ejemplo, combatió
contra el general Pio Tristan que también era un americano, nacido en Arequipa,
Perú. ¿y quiénes eran los soldados de Pio Tristan? ¿eran españoles? No, eran peruanos y en su
mayoría indios.
Es cierto que en el Rio de la Plata
la independencia si fue una causa popular que apoyaron los aborígenes, pero lo
hicieron porque estos estaban muy resentidos con los borbones que habían
expulsado a los jesuitas, que los habían protegido de los portugueses que los
cazaban para llevarlos como esclavos a las plantaciones y a las minas de oro de
Minas Gerais, y cuando los jesuitas se van los aborígenes quedan a merced de
los esclavistas portugueses.
Pero a los portugueses esclavistas
nadie los critica, no hay leyenda negra de la conquista portuguesa, porque
Portugal era aliando de Inglaterra, y ahí comenzamos a ver quién invento la
leyenda negra.
En efecto, si bien la leyenda negra
fue inventada en Alemania y Holanda, fue en Inglaterra en donde se convirtió en
política de Estado, para dividir el imperio español y apoderarse de América.
Hoy la difunden los izquierdistas,
pero la leyenda negra nace en la derecha, y la toman las oligarquías portuarias
para justificar su alianza con Inglaterra, no nace en la izquierda. Recién en 1930 la izquierda toma la
leyenda negra. En un congreso de partidos comunista reunido en Buenos Aires en
ese año, se decide adherir a ella para desestabilizar a los EE.UU., creando
republicas indígenas en su patio trasero, en América hispana. Y obviamente para
ello antes tenían que difundir el odio a España, y enfrentar a los indígenas
con los hombres blancos.
Sin embargo, lejos de desestabilizar
a los norteamericanos, el indigenismo solo sirve para dividirnos, por eso
Marcelo Gullo dice que el indigenismo es la etapa superior del imperialismo inglés.
Y por eso hoy los izquierdistas indigenistas (quieran o no) son la mano de obra
barata del imperialismo anglosajón y de la oligarquía financiera mundial, para
dividirnos nuevamente.
Por eso es importante conocer la
historia, para entender hacia a dónde vamos. Si el indigenismo, que tiene una
concepción del Estado étnica, racial, al igual que los nazis, triunfa, vamos a
la fragmentación territorial.
Y esto justo en el momento en que el
mundo marcha hacia la formación de grandes unidades políticas territoriales. A
los grandes bloques de poder político y económico, que se repartirán el mundo.
Y nosotros los hispanoamericanos, que somos un solo pueblo, quedaremos al
margen, mas divididos y sojuzgados que nunca.
En conclusión:
a España no se la debe juzgar por los crímenes y abusos que cometieron algunos
-o muchos- de sus hombres, sino por su política hacia América. Por su política
que buscó en primer lugar transmitir valores espirituales (la Fe), y proteger a
los aborígenes.
Que ello fue así lo prueba el hecho de que España, luego de conquistar un inmenso territorio se planteó la legitimidad de su conquista, llegando a suspender la empresa hasta resolver la cuestión. Solo España subordinó los legítimos fines económicos a los fines espirituales. Solo España les dio a los aborígenes americanos la condición de súbditos libres; solo España promovió el casamiento interracial en América; solo España legisló sobre los derechos de aborígenes y procuró la vigencia de los mismos. No se vio en la historia de la humanidad un imperio que haya hecho todo esto.
*Conferencia dada en el Profesorado de Historia del Instituto de formación docente La Sagrada Familia, de Santiago del Estero
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