Buenos Aires, 19 de septiembre de 2012.
Sr. Presidente del
Instituto Nacional de Investigaciones
Históricas
“Juan Manuel de Rosas”
Dr. Alberto González Arzac
De mi consideración:
He recibido la invitación al
homenaje que el Instituto que Usted. preside, conjuntamente con el Instituto
Nacional del Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano “Manuel
Dorrego”, ha decidido hacer a John W. Cooke con motivo del 34 aniversario de su
fallecimiento, y al respecto quiero expresarle lo siguiente.
He seguido de lejos la evolución del
Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas” desde
que se convirtió en un organismo nacional. Fui designado Académico, seguramente
porque integraba desde hacía muchos años la asociación civil con su mismo
nombre. Viene al caso recordar que le manifesté a Carlos French en más de una
oportunidad la inconveniencia del paso que se pretendía dar y finalmente se dio.
Colgado del presupuesto y dependiente, en consecuencia, de los gobiernos de
turno, el Instituto perdería su independencia con el riesgo de convertirse en
instrumento de las veleidades ideológicas de los superiores jerárquicos en la
cartera de la cual dependería, unos peores que otros, según pudo verse, desde
la malhadada nacionalización. Otro riesgo era la incorporación de personas
absolutamente ajenas a la investigación histórica y con objetivos políticos
partidocráticos, cosa que se ha verificado.
No hace falta recordar la
significación del Instituto en el devenir historiográfico de nuestra Patria y
su aporte al esclarecimiento del pasado nacional. Tampoco la calidad
intelectual de sus miembros, la cual otrora la distinguía de otras corporaciones.
Pero es inevitable contrastarla con su actual caricatura. Hasta pareciera que
toda su función se ha reducido a recordar efemérides, animar peñas, cobijar
disertantes oportunistas ajenos al ideario revisionista so capa de un imposible
ejercicio pluralista de la historia, y a organizar homenajes, entre ellos el
penoso que se pretende dar a un individuo que contribuyó a formar los cuadros ideológicos del terrorismo
marxista que desencadenaron una guerra homicida contra la Patria argentina.
Lo dicho es suficiente y el
susodicho homenaje más de lo que se puede tolerar con benevolencia. Por lo
tanto, le hago presente por medio de esta nota mi renuncia como Académico del
Instituto, deplorando solamente no haberlo hecho antes.
Saluda a Usted
Jorge C. Bohdziewicz
Excelente. Lamentable la evolución y actual situación del Instituto
ResponderEliminarFernando Romero Moreno
Gracias Jorgito, lástima que no te fuiste antes, es bueno que el IIHJMR quede saneado de clericales chupacirios retrógrados.
ResponderEliminarOlviden a Rosas que no es para ustedes bolches, vayan con fidel.
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